domingo, 1 de mayo de 2016

José Antonio Ramírez Lozano en la feria del libro de Sevilla


Mi amigo José Antonio Ramírez Lozano estará en la feria del libro de Sevilla firmando su última novela El relojero de Yuste. Los últimos días de Carlos V (el jueves 5, de 18 a 19h en la caseta nº 15) y el álbum infantil Narices (el sábado 7, de 12 a 13h en la caseta 33)

viernes, 29 de abril de 2016

Fred Vargas

A los que os gusten las novelas policíacas: os recomiendo la serie del comisario Adamsberg de la escritora Fred Vargas (Fred es por  Frédérique, o sea, Federica). Es francesa y , además de escritora, es especialista en historia medieval. En las novelas mezcla la intriga con el humor y algo de leyendas antiguas, con una galería de personajes de lo más variopinto. A mí me tiene enganchada.

viernes, 14 de agosto de 2015

Piedras pintadas

El entretenimiento de este verano (entre otras cosas)





DENISE
Cuando pongo mis manos de metal

mis manos primitivas sin destreza
en tu pelo abundante donde empieza
tu cuerpo que respira amor mortal.

Cuando tocan mis dedos tu total
altura de los pies a la cabeza
sin que me tiemble el pulso, amo la pieza
maravillosa de tu ser carnal.

Y entonces de quietud y roce puro
tu mirada me vence, llena de aguas
y tu silencio femenino me arde.

De repente de acción me transfiguro
desciendo mi contacto a tus enaguas
y te desnudo y te amo y se hace tarde.

                                     Carlos Edmundo de Ory







martes, 9 de junio de 2015

Estar bien para vivir mejor, de Ramón Villaamil.



Ramón P. Villaamil

"Una cuidada selección de las mejores técnicas, disciplinas y reflexiones para alcanzar el bienestar físico, mental y espiritual."

Un fragmento en pdf.
http://static0.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/30/29846_Estar_bien_para_vivir_mejor.pdf

A ver si me lo agencio y lo leo

Sobre la concentración y la constancia

Un artículo interesante sobre la concentración y la constancia

http://www.finanzas.com/20150524/conocer-neurologia-estas-centrado-8478.html

Los empleados empiezan, de media, una tarea nueva cada 11 minutos. Pero no concluyen el 57 por ciento de las labores que inician. ¿Le suena? Los datos pertenecen a un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de California.
La mayoría de sus tareas se veían interrumpidas por correos, llamadas o compañeros. Pero otra buena parte se quedaba a medias sin causa aparente. Es decir, el 50 por ciento de la jornada laboral se consume en pasar de una ocupación a otra. 
Este estudio es uno de los muchos que se están llevando a cabo para analizar y solucionar uno de los problemas derivados de la tecnificación de la sociedad: la falta de atención o dificultad para concentrarse en una sola tarea. Un mal que no es ni mucho menos un problema de niños.
La economista Christine Porath realizó en 2013 un estudio con veinte mil trabajadores en los Estados Unidos, a quienes les preguntó con qué facilidad se distraían. El 80 por ciento dijeron que eran incapaces de concentrarse en una sola tarea y dos tercios admitieron dificultades a la hora de establecer prioridades. La Oficina Federal de Protección Laboral Alemana encuestó a casi veinte mil empleados. El 44 por ciento admitieron que sufrían numerosas interrupciones durante el trabajo y el 50 se sentían agobiados por tener que hacer cada vez más tareas al mismo tiempo. 
Y no nos sucede solo en el trabajo, la cosa continúa en casa. Muchas personas ya no se limitan a sentarse delante de la tele después de cenar: prácticamente la mitad aprovecha para entrar en Internet a la vez. La gente busca información sobre zapatos para los niños o sobre las próximas vacaciones durante la emisión de su serie favorita. Motivos para distraerse los hay a todas horas. En el trabajo, en casa, on-line y off-line.
Algunos psicólogos se refieren con el término 'mente errabunda' a ese fenómeno que consiste en no tener el pensamiento en lo que se está haciendo. Y parece que la mente errabunda no es una bendición precisamente.
Hace un par de años, los psicólogos Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert de la Universidad de Harvard pidieron a voluntarios de todo el mundo que informaran de sus actividades mediante una aplicación para smartphone. Participaron unas cinco mil personas de 83 países.
Se contactaba con los voluntarios de forma aleatoria y se les hacía una serie de preguntas: '¿Qué está haciendo usted en este momento?', '¿cómo se siente con lo que está haciendo?'.
El resultado: casi la mitad de los participantes no estaban a lo que estaban. Lo sorprendente es que en las fases de divagación y despiste se sentían más infelices que cuando tenían la mente concentrada en el aquí y el ahora.
La conclusión de los investigadores es que: «Pagamos un precio emocional a cambio de nuestra capacidad de pensar en lo que no está pasando». Pero ¿por qué a tantas personas les cuesta mantener fija la concentración?
DISTRAERSE ES COMO UNA DROGA. 
El neurocientífico Daniel Levitin ha investigado lo que ocurre en el cerebro cuando no hacemos lo que teníamos intención de hacer. En su libro 'La mente organizada' describe el proceso. La aparición de nuevos estímulos provoca que el cerebro libere dopamina. Este neurotransmisor del sistema de gratificación cerebral es responsable de que nos sintamos bien. La dopamina se segrega al practicar deporte, consumir drogas o mantener relaciones sexuales, por ejemplo, pero también al recibir los pequeños estímulos procedentes de las pantallas de nuestros ordenadores, tabletas o móviles: propuestas irresistibles, mensajes en la bandeja de entrada, comentarios y 'Me gusta' en Facebook...
Según Levitin, esta liberación constante de dopamina en el cerebro da lugar a un bucle que se retroalimenta: «El efecto es que recibimos una gratificación por dejar de concentrarnos, razón por la que, a su vez, buscamos permanentemente nuevos estímulos externos».
Si ya cuesta concentrarse en las tareas pequeñas, ¿qué pasa con los grandes planes? ¿Por qué algunas personas consiguen cumplir objetivos que exigen meses o incluso años de dedicación, como las tesis doctorales o correr un maratón, mientras que otras fracasan? ¿Mantenerse firme en algo y ser perseverante se puede entrenar?
Eso intentan en el departamento de terapia psicológica de la Universidad de Münster, a donde vienen personas que se sienten incapaces de lidiar con sus problemas de concentración.Estudiantes que no se ven capaces de preparar el examen de licenciatura y tiran la toalla; autónomos que han perdido sus empresas por no llevar al día la contabilidad; y médicos, abogados o asesores fiscales enfrentados a reclamaciones y demandas por haber descuidado sus obligaciones... no porque hayan sufrido una enfermedad o tengan un obstáculo que se lo impida, sino por postergar continuamente el trabajo.
LA FALTA DE CONSTANCIA. 
La terapia que practican en esta universidad está dirigida a personas que sufren el mal de la procrastinación, como se denomina la tendencia a aplazar las cosas, a dejarlo todo para otro día. Como consecuencia de esa actitud, los pacientes acaban desarrollando trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Los psicólogos calculan que entre el 8 y el 14 por ciento de los estudiantes universitarios sufren este tipo de trastorno. Y creen que en otros grupos de población las cifras son similares. 
Para corregir este trastorno, son relevantes las investigaciones de Thomas Metzinger profesor de Filosofía Teórica en la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, que se dedica al estudio de la mente errabunda.
Según Metzinger, una persona se pasa dos tercios del día deambulando de un lado a otro de su cabeza, arrastrada por un caos de pensamientos que la acompaña toda su vida. La mente humana se pasa la mayor parte del tiempo sumida en una especie de cotorreo interior. La lista de cosas que tocamos en este pensar sin pensar es larga: recuerdos, planes más o menos urgentes, recurrentes pensamientos tristes... Pero también son habituales los pensamientos neuróticos, los sentimientos de culpa o el repaso de errores pasados. Y a todo tenemos que sumarle ensoñaciones varias y fantasías sexuales.
Metzinger describe ese torbellino en la cabeza como «el estado de reposo narrativo» de la mente. Lo contrario a este deambular errático es la atención, la capacidad de dirigir el foco interior hacia un objetivo concreto. 
TAREAS A LARGO PLAZO. 
Pero ¿cuál es la dosificación correcta? ¿A partir de qué punto el deambular mental, algo consustancial al ser humano, se convierte en algo dañino?
«En el momento en el que nuestro foco interior se mueve demasiado de un lado a otro», dice Metzinger.
El profesor de Filosofía asegura haber observado que, desde hace cinco años, sus estudiantes a duras penas pueden seguir las clases durante más de 20 minutos seguidos. Pasado ese tiempo, tiene que ofrecerles algún tipo de 'entretenimiento', ponerles un vídeo corto, provocar una discusión. A partir de ese momento, lo que tiene ante él son estudiantes «en estado de reposo narrativo», es decir, con un torbellino en la cabeza.
Metzinger también sabe que distraerse de vez en cuando puede ser muy positivo para el proceso creativo, pero la mente errabunda es un peligro. 
«Porque la mente errabunda amortigua las emociones asociadas a lo que sucede a nuestro alrededor», responde Metzinger. Un frecuente deambular mental nos va privando de la capacidad de ser conscientes de la realidad, de percibir nuestra vida como es. «La mente errabunda suele ser una forma de huir. Solo el que reconoce la realidad tal y como es está en condiciones de cambiarla». 
¿Y cómo frenar esa mente errabunda, cómo recuperar la capacidad de atención y esfuerzo?El prestigioso profesor de Psicología Médica Ernst Pöppel, de 74 años, se ha dedicado a este asunto durante mucho tiempo. Fue él quien descubrió qué es lo que los seres humanos perciben como presente: es aquello que ocurre en un espacio de dos a tres segundos. Durante tres segundos podemos dirigir toda nuestra atención a algo, pasado ese tiempo hacemos una breve pausa en la que comprobamos si ha sucedido algo nuevo. Este mecanismo nos permite concentrarnos en algo concreto, pero a la vez no perder de vista el presente por si amenazara algún peligro. 
Sin embargo, Pöppel cree que este presente ha cambiado en los últimos años. «Estamos desbordados por tanto estímulo». Habla de «paralización frenética» para referirse a que, con la avalancha de informaciones que recibimos de forma constante, nos resulta imposible saber con exactitud cuáles son las verdaderamente necesarias. «Uno se pierde en ese remolino». Por lo tanto, la capacidad de forzarse a mantener la concentración es fundamental. Pero ¿cómo se aprende a hacer eso?
La clave: La superación.
«¿Qué cómo se aprende a hacer lo que hay que hacer? Pues simplemente haciéndolo», dice Pöppel. «Hay que experimentar la superación, ponerla en práctica. La superación de la propia pereza una y otra vez. Porque siempre hay alguna excusa a mano».Casi todas las actividades añade el psicólogo, ya sea comer, beber o amar, van unidas a una sensación inmediata de gratificación. Sin embargo, esta recompensa inmediata no está presente en las tareas a largo plazo. ¿Cómo te puedes ayudar a perseverar? Pöppel aconseja fijarse pequeños objetivos intermedios, metas que se puedan alcanzar en menos tiempo. También sentarse todas las noches y anotar lo que ha ido bien y lo que no, hacer una autoevaluación para valorar los avances propios, lo que él denomina «llevar un cuaderno de bitácora».
Añade que todo el mundo debería dedicar al menos una hora al día a «hacer lo que hay que hacer», es decir, trabajar sin distracciones. ¿Y si suena el teléfono? Para Pöppel, eso no es un problema. Pase de ello. «¿Se imagina qué pasaría si una empresa, o incluso todo un país, suspendiera las comunicaciones todos los días de once a doce de la mañana? pregunta el psicólogo. Pues que tendríamos el mayor impulso creativo que se pueda imaginar».
Qué pasa en el cerebro cuando nos distraemos
Los psicólogos describen los continuos estímulos externos que nos distraen como una pequeña inyección de energía que activa nuestro mecanismo de la adicción. Cada aviso que suena en nuestros móviles puede suponer una oportunidad para nuestro progreso social, sexual o económico. Y el cerebro se sobreexcita. Recibimos múltiples 'minigratificaciones' de ese tipo. Su efecto conjunto es muy poderoso y resulta muy complicado resistirse a él.
La mente errabunda. Cómo reacciona el cerebro a la distracción.
1. El córtex prefrontal es el centro de gobierno del cerebro. Analiza los estímulos exteriores y se encarga de reaccionar en consonancia. De esa manera, el cerebro puede atenuar la percepción de aquellos elementos que provoquen distracción y mantener la concentración durante periodos prolongados.
2. El sistema límbico participa en el control de los procesos conductuales e intelectuales. Pequeñas distracciones, como el aviso acústico de la llegada de un nuevo e-mail, un 'Me gusta' de Facebook o de un tuit hacen que el centro de las emociones del cerebro ponga en marcha la liberación de neurotrans-misores como la dopamina, la llamada 'hormona de la felicidad'.
3. El efecto gratificante de la dopamina hace que la persona se distraiga con más facilidad y que el córtex prefrontal se vuelva menos activo.
Un caso concreto: el de un asesor fiscal
La psicoterapeuta alemana Anna Höcker está especializada en tratar trastornos relacionados con la concentración. Cuenta el caso de un asesor fiscal de 40 años, casado y con dos hijos que llegó a su consulta. El paciente pasó años sin terminar de tramitar casos y dejando pasar los plazos, motivo por el cual acabó en los tribunales. Buscó ayuda médica cuando iba a perder el trabajo. Un caso grave. Y lo peor es que, en realidad, se pasaba el día en la oficina. 
¿Cómo es posible? «Todos los días se proponía rematar un caso», cuenta Höcker. «Pero luego pensaba que otro caso podría ser más urgente», así que movía los expedientes y se perdía en tareas triviales.
Los psicólogos fijaron dos sesiones diarias con el asesor fiscal, en cada una de las cuales debía sentarse con los documentos sobre el escritorio. El café tenía que estar listo y el móvil, apagado. Solo entonces le permitían empezar con el trabajo propiamente dicho.
Al cabo de 20 minutos, alto. Tiempo, boli fuera... no le permitían trabajar más. Si conseguía mantener la constancia durante ese tiempo y lo empleaba de forma productiva, le iban permitiendo trabajar cada vez un poco más.
«La idea es impedir que los pacientes sigan pensando que, en caso de necesidad, son capaces de trabajar diez horas seguidas». Porque en realidad no pueden hacerlo; de hecho, casi nadie puede.
El asesor fiscal pronto manifestó su descontento con la terapia. ¿Qué sentido tenía parar a la media hora si podía seguir trabajando? Los terapeutas habían alcanzado su meta: se había dado cuenta de lo valioso que era su tiempo de trabajo.
«El objetivo de nuestra terapia no es aumentar la eficiencia de las personas en sus empleos dice Höcker. De lo que se trata es de recuperar su calidad de vida». Lo que indirectamente redunda en su eficacia.
Para saber más:
'The organized mind: thinking straight in the age of information overload'. (En inglés). De Daniel J. Levitin. Penguin. 
'Los límites de la conciencia: realidad y percepción humana'. De Ernst Pöppel. Galaxia Gutemberg.

domingo, 23 de febrero de 2014

Cocinando: Estofado

 Un mallita de cebollitas francesas
 Se cortan en cuatro y se rehogan en aceite de oliva hasta que estén transparentes
 Carne de ternera de estofado. Yo la corto más chica.
 Patatas

 Cuando la carne esta un poco hecha con las patatas, se cierra la olla. Yo le echo una pastilla de caldo y un poco de agua, pero poca.
 Una vez hecha la carne le añado  las patatas y vuelvo a cerrar.
 Asín queda.¡Y está de bueno...!

sábado, 8 de febrero de 2014

Cocinando



Después de dedicarle buena parte de la mañana a la sintaxis de la oración compuesta ayudando a mi hijo que estudia segundo de bachillerato (juro que si existiera la máquina del tiempo volvería y mataría a Nebrija  y a cualquiera que argumentara a favor de la necesidad del estudio de la sintaxis para menores de 20 años de manera obligatoria),  me puse a cocinar y esto es lo que hice y, como me sale muy rico, le fui haciedo fotos para compartirlo.

Lo primero es pechuga de pavo con crema de puerros.

Se cogen tres puerros y se rehogan en aciete hasta que estén así (también le puse un diente de ajo gordito):
 Se sacan los puerros y en el mismo aceite se rehogan las pechugas (dos) en trozos gordos para que se doren un poco. Si se ve que hace falta se echa un poco más de aceite.
 Luego se junta todo y se añade caldo (puede ser en pastillas), se tapa la olla (es una olla rápida) y se deja hacer el tiempo que indica. Yo lo dejo hasta que salen las dos anillas de la tapa, luego apago el fuego y lo dejo hasta que vuelven a bajar.
 Cuando ya se le ha ido la presión a la olla la abro, saco la carne y hago puré los puerros con el caldo hasta que quedan como una crema. Si se quiere que esté espesa se le quita un poco de líquido.
 Por último se vierte la crema bien calentita por encima de la carne y ¡a comer!

También se puede hacer con pechuga de pollo y con solomillos de cerdo.

A la vez fui haciendo unos alcauciles (alcachofas para los del norte) con guisantes siguiendo la receta de mi amiga Carmen del Valle:
Los alcauciles 
Los alcauciles, también llamados alcachofas
He aquí los alcauciles, ya limpitos, y los guisantes


Se sofríe bastante cebolla 
 sin olvidarse de una hoja de laurel que le da muy buen gusto.
Se ponen los alcauciles en la olla con los guisantes y se añade caldo y un chorreón de vino blanco
Se tapa la olla y se deja cocer el tiempo que indique para verdura.

Y asín queda al final.

martes, 4 de febrero de 2014

Contra la política educativa de Wert

Por qué queremos declarar a Wert persona non grata.

Cincuenta y seis profesores del IES Politécnico  presentamos solicitud para votar en el claustro de profesores si declarábamos al ministro José Ignacio Wert persona non grata.

La dirección del centro no accedió a la solicitud porque, según la inspección, eso no se puede tratar en el claustro.
La intención de dicha declaración no es la de dejar constancia de que el ministro nos cae mal, no. No se trata de su persona, se trata de la política que representa y a la que sirve.
La gente a la que este señor sirve piensa que todo es susceptible de ser vendido y comprado (de ahí la marca “España”) y por ende que todos somos consumidores y cualquier cosa que necesitemos o creamos necesitar es un producto del que obtener beneficios.
Lo que queremos manifestar es que no estamos de acuerdo con la consideración de que la Educación Pública sea un producto dirigido a unos consumidores o clientes que tienen que elegir entre una gama de productos el que les parezca de más calidad. La Educación Pública es un derecho fundamental de los ciudadanos. No se puede mercantilizar todo.
No pensamos en los ciudadanos como consumidores. Los ciudadanos tienen derechos iguales para todos, los consumidores tienen dinero, unos tienen más y otros menos, de manera que unos podrán elegir mejores productos que otros, así que la “libertad” de elección es una falacia.
Si la Educación Pública queda como un derecho residual para los ciudadanos con menos recursos, pasará a convertirse en una especie de servicio asistencial para las clases desfavorecidas.




Felicidad Martínez-Pais Loscertales y 55 profesores más del I.E.S. Politécnico de Sevilla suscriben este escrito.

martes, 3 de diciembre de 2013

Sobre la importancia de estudiar Filosofía (y las consecuencias de no hacerlo)


LA ASIGNATURA MÁS IMPORTANTE: Brillante artículo de JUAN MAYORGA, Premio Nacional de Literatura Dramática 2013, publicado en EL PAÍS el pasado 27 de Octubre.

"No se me ocurre que pudiera ofrecerse en nuestros colegios e institutos una asignatura más útil que aquella que ayudase a los chavales a pensar cómo usamos las palabras y cómo somos usados por ellas. Una asignatura que les diese a conocer la historia de unas cuantas palabras importantes –Verdad, Razón, Ciencia, Belleza, Justicia, Bien, Mal, Dios, Libertad, Progreso, Democracia, Nación, Historia…– y los diversos intereses a que han servido a lo largo de los tiempos. Una asignatura, sí, donde meditar sobre la relación entre la palabra Tiempo y todas las demás palabras. Una asignatura en que examinar cómo esas palabras se abrazan o se enfrentan, cómo esconden o se esconden, cómo devoran otras o son engullidas por otras. Una asignatura donde preguntarse qué tienen que ver el lenguaje, el dinero y la guerra. Una asignatura en que indagar quiénes y por qué eligen las palabras con las que pensamos, las palabras en las que vivimos. Esa asignatura tendría entre sus primeros asuntos el significado del verbo ‘educar’. Se ofrecería en cada curso y en las mejores horas de cada curso, porque ninguna exigiría tanto de profesores y alumnos. Y al acabar el bachillerato, todos tendríamos que seguir estudiándola, porque nunca se nos aprobaría. A una asignatura así, la más urgente, podríamos dar el nombre de aquella otra que el Ministerio de Educación ha decido arrojar al trastero de cachivaches inútiles. Podríamos llamarla Filosofía".

lunes, 25 de noviembre de 2013

Desarrollar la memoria de trabajo en los niños con TDAH


Es un artículo de la revista ADDitude Magazine que he traducido. Creo que tiene consejos útiles que se pueden adaptar para todas las edades.


Desarrolle la memoria de trabajo en los niños con TDAH
Desarrolle la memoria de trabajo con estos consejos, estrategias de organización, y rutinas diseñadas para ayudar a su niño o adolescente con TDAH/TDA a retener información.


por los editores de ADDitude




La memoria de trabajo es la capacidad de mantener información en la mente mientras desarrollamos tareas complejas. Un niño pequeño es capaz de ejecutar tareas simples- sacar punta al lápiz si se le pide- mientras que otro ya en secundaria puede recordar las exigencias de todos sus profesores. Muchos chicos con TDAH/TDA tienen una memoria de trabajo escasa porque la distracción provoca que no puedan hacerse con la información que tienen que recordar. Los padres y profesores pueden ayudarles a desarrollar estrategias para recordar más y, lo que es igual de importante, recordarles que usen las estrategias que van elaborando.
(Ver también este enlace "funciones ejecutivas")

PROFESORES: desarrollo de la Memoria de Trabajo en clase.


Ponga los deberes para casa por escrito.   Escriba todos los días los deberes en el mismo lugar de la pizarra de modo que los estudiantes sepan dónde encontrarlos. Los chicos con TDAH/TDA pueden no escucharle o atender en el momento en que dé instrucciones orales y si lo han hecho,  tampoco puede fiarse de que las recuerden.
Compruebe lo que han oído.  Haga que los estudiantes con mala memoria de trabajo repitan las instrucciones de las tareas y aclare cualquier cosa que puedan haber olvidado.
Reserve un espacio de tiempo al final de la clase para que los alumnos pongan los deberes por escrito   en sus agendas. Asegúrese de que los chicos con TDAH/TDA están haciéndolo.
Mantenga contacto visual con el niño  antes de decirle los deberes.
Mantenga las tareas al día en la página web del centro (página web, plataforma, correo, PASEN…) Los padres de estos chicos dependen de esa información para asegurarse de que sus hijos saben qué hacer.
Hable despacio y proporcione la información en pequeñas porciones. Si se da mucha información de una vez  el chico con mala memoria de trabajo perderá la pista. Puede que siga liado con lo primero que le dijo cuando usted ya se haya ido.


PROFESORES: desarrollo de  la Memoria de Trabajo en alumnos con TDAH /TDA

Haga las clases interactivas: Para conseguir que los chicos con mala memoria de trabajo recuerden las cosas  importantes estructure la clase de modo que incluya respuestas de los alumnos. Por ejemplo: en una clase de matemáticas anime a los estudiantes a que comparten con los demás lo que han aprendido sobre fracciones, divisiones o lo que se haya explicado ese día. Repetir inmediatamente un punto clave ayudará que lo anclen en su memoria.
Establezca una rutina para entregar las tareas.  Hay profesores que piden a sus alumnos que coloquen las tareas encima de la mesa nada más llegar y sentarse y enseguida apuntan en sus registros si el trabajo está hecho o no. Otra idea: hacer de la entrega de tareas el “ticket” para salir de clase al final del día (esta idea para niños que están todo el día con el mismo profesor en primaria, pero se puede adaptar). El profesor se pone en la puerta y se lo van entregando al irse. Como puede imaginar  los niños cumplen cuando la alternativa es tener que quedarse aunque sea un minuto más en el cole.
Hable con los estudiantes acerca de qué hacer si olvidan algo. Asigne - o pida a los estudiantes que elijan - un compañero de estudios con el que puedan hablar si han olvidado qué tienen que hacer en casa o no pueden recordar qué hacer en clase.
Use un reloj analógico durante la clase para ayudar a sus alumnos con el control del tiempo. Así serán capaces de tener en cuenta cuánto tiempo ha pasado y cuánto les queda.  (Yo recomiendo la APP gratuita KIDS TIMER para Android,  muy visual)
Llame la atención sobre las fechas de entrega y los plazos:  Publíquelos en lugar bien visible, menciónelos con frecuencia, y recuérdelos a padres y estudiantes en notas a casa, correos o mensajes
Pida a los alumnos que diseñen sus propios recordatorios -- maneras de recordarse a sí mismos lo que deben recordar (plazos, permisos, dinero para el almuerzo, la ropa de gimnasia…). Se puede hacer un pequeño debate en clase sobre el tema que les permita compartir las estrategias que les van mejor.


PADRES: Desarrollo de  la Memoria de Trabajo en casa

Asigne un lugar específico para que su hijo ponga el material importante: -- las llaves de casa, la cartera, la ropa de deporte. En cuanto llegue a casa asegúrese de que  pone esas cosas en su sitio. Recompénselo si lo hace - y penalice si no - y reforzará el hábito de ser organizado.
Cree una lista para comprobar si lo lleva todo: Al principio observe si comprueba la lista para asegurarse de que lo mete todo en la mochila. No repita lo que hay en la lista sino pídale que lo diga, él o ella, eso ayuda a transferir la información de la memoria de trabajo de usted a la suya. Haga que su hijo use la lista al terminar los deberes la noche antes para evitar las prisas de por la mañana.
Hágase usted, y úselas, listas de tareas, así su hijo verá que es una buena estrategia a lo largo de la vida  ¡La vida es demasiado complicada como para esperar que los niños se lo encomienden todo a su memoria!
Haga un “torbellino de ideas” con su hijo sobre maneras de poder recordar cosas importantes. ¿Podría escribírselas en el dorso de la mano, programar el móvil para acordarse, pedir a los amigos con buena memoria que le avisen…?


PADRES: rutinas con los deberes para desarrollar la Memoria de Trabajo

Consiga permiso de los profesores para mandar los deberes por e-mail (muchos ya lo hacen)  Es sencillo para niños que hacen los deberes en el ordenador. ALgunas familias escanean los deberes y se los envían al profesor (También se pueden fotografiar con el móvil). Este consejo no mejora la memoria de trabajo, pero es una buena estrategia para alumnos con déficit en las funciones ejecutivas en general..

Recompense a su hijo por  acordarse.   Mande un e-mail a los profesores una vez a la semana para asegurarse de que todo el trabajo está  entregado. De a sus hijos cinco puntos si todo está entregado, cuatro si solo se le ha escapado una cosa y ningún punto si olvida más de una. Cree un menú de recompensas que el niño pueda ganar. Conceda más puntos si las tareas son más complicadas.

Proporcione a su hijo una rutina a seguir con los deberes. Los deberes constituyen una serie compleja de subtareas que hay que completar en un orden. Requieren mucha memoria de trabajo. Enseñe a su hijo que para completar los deberes asignados debe:




  • Saber qué le han mandado
  • Apuntar las tareas
  • Traer a casa el material necesario
  • Hacer la tarea
  • Meter la tarea hecha en la mochila
  • Llevar la tarea terminada al colegio.

PADRES: rutinas matinales para desarrollar la Memoria de Trabajo


Haga que su hijo se grabe los pasos de su rutina matinal. Escuchar su propia voz crea menos tensión que escucharle a usted detrás insistiéndole en que haga esto o aquello. Si se le olvida algo puede volver a escuchar la grabación para ver qué se le ha escapado.

Ensaye con su hijo lo que espera que recuerde antes de que llegue el momento. Por ejemplo, si necesita pedir al profesor una guía de estudio o ayuda personal, prepárelo preguntándole: “A ver ¿que le vas a decir al profesor cuando vayas a su mesa a hablar con él?”

Use recordatorios digitales. Con niños ya en el instituto use el móvil, mensajes de texto o tipo whatsapp para recordarles cosas que tienen que hacer.

Mantenga al mínimo las distracciones externas  --  apague la tele o quítele el volumen si quiere toda la atención de su hijo cuando le diga algo importante.

Siga hasta el final. Los niños con poca memoria de trabajo le dirán que han hecho algo - como meter los deberes en la mochila - cuando les pregunten, pero luego  olvidan hacerlo. Mientras el niño se acostumbra a hacer algo cuando se le avisa compruébelo con él para asegurarse de que ha hecho lo que le ha dicho.


Memory Help for ADD/ADHD Students


This article appeared in the Fall 2011 issue of ADDitude.